El Juvenil A sufrió un duro revés este domingo en el Alberto Ruiz al ver como el Rayo Majadahonda C le daba la vuelta al marcador tras el espectacular gol inicial de Villa. El equipo colmenareño pagó caro el no sentenciar en la primera mitad y pese a los esfuerzos no consiguió dejar ningún punto en casa.
El que quiera hacerse una idea rápida acerca de lo ocurrido el 20 de Octubre de 2013 en el partido del Juvenil A ya tiene suficiente material en el párrafo anterior para ello. Otra cosa será que se pierda los millones de detalles que componen este hecho. Todo depende del cristal con el que se miran las cosas, y el fútbol tiene una supuesta verdad absoluta: el resultado. Y ya está…
O no. Entrando en el concepto de “resultado” podríamos decir que este entiende poco de esfuerzos, de justicias y de merecimientos. Y no queremos con ello desmerecer la remontada del conjunto rival, faltaría mas. Pero en lo que respecta a la competición, al propio deporte en sí, casi podríamos decir que el resultado numérico de un encuentro deportivo obvia muchas cosas, demasiadas quizás. Un resultado no entiende de sufrimientos, de esperas eternas en la parada del autobús, o de caminos de vuelta a casa en el coche analizando cada cosa que percibieron tus sentidos. Ni de estar en clase o en el trabajo pensando en los miles de aspectos que pueden influir en él. Ni de cómo una primera parte más que buena, en la que comienzas dominando el campo y el propio marcador con un espectacular golazo de Villa, puede tornar en una segunda en la que de repente las cosas no salen, mientras que el conjunto rival va ganando metros a la par que confianza. Y ves que te meten un gol y miras el marcador, y queda tiempo para volver a adelantarte. Y te marcan otro gol y con cara de incredulidad vuelves a mirar ese marcador con los números amarillos deseando que no pasen los minutos porque sabes que cuentas con posibilidades de hacerlo, de volver a conseguir al menos un punto. El resultado también obvia el sufrimiento del jugador que está en la grada sin la posibilidad de participar en el partido y que sin embargo sufre cada tarascada a los compañeros como si fuera propia. También obvia ese sentimiento de pesadumbre del que te ve trabajar duro cada día y observa como no te están saliendo las cosas…hoy. El resultado también obvia como la casta hace que el partido se vuelque hacia la portería del rival en los últimos minutos, y roces casi con la yema del dedo ese punto que te mereces.
Lo malo de un resultado es en realidad lo bueno. Porque ni la victoria es eterna ni la derrota es permanente, y siempre te va a quedar un fin de semana por delante. Y este equipo, este grupo humano, este Juvenil A de la temporada 2013-14 tiene ejemplos de no rendirse nunca, de no bajar nunca la cabeza por mal dadas que vengan, y tiene esos ejemplos al alcance de la mano. Este equipo sigue mostrando que es posible que no ganen siempre, pero es seguro que no se rendirán nunca.
Vince Lombardi, un mítico entrenador americano, decía que la verdadera gloria es el ponerse de pie cada vez que a uno le hacen hincar la rodilla.
Nosotros empezamos a levantarnos con el tercer pitido del árbitro.
Jugaron: Duri, Marlon, Adrien (84 Asier), Sarri, Edu, Aguirre, Alex Gil (68 Carlos), Diego (52 Julián), Alex Ventura (60 Alex Romero), Villa y Johan.
