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1er Equipo


07/11/2017
El vaso a medias

1ER EQUIPO - C.D. Futbol Tres Cantos A


Resultado: 2 - 3

Fecha: 05/11/2017

Hora: 11:30

Estadio: Colmenar Viejo - Alberto Ruiz (Ha)

Los primeros equipos del Colmenar y Tres Cantos regalaron un emocionante derbi a sus respectivas aficiones, que finalmente se saldó con victoria por dos goles a tres para los tricantinos. El guardameta juvenil Kevin debutó con el Colmenar en Tercera División de manera espectacular, parando un penalti y el tiro a bocajarro tras el rechace.

Faltando apenas segundos para que se consumara el tiempo adicional decretado por el señor colegiado, el balón llegó a parar a Jose Manuel. Pese a estar rodeado de defensores violeta, el fino centrocampista se hizo fuerte, logró controlar el esférico y comenzó el giro hacia la meta tricantina, provocando una falta junto a la línea de la frontal del área. Sergi, que había regalado la segunda actuación excelsa consecutiva -con gol y asistencia incluidos- puso el balón sobre el punto señalado por el árbitro y todo el estadio contuvo la respiración.

Nadie esperaba llegar a ese minuto con esa tensión. O casi nadie. Apenas 15 minutos antes, el Tres Cantos dominaba el marcador con un 0-3 que había castigado con cierto punto de crueldad los errores de un equipo encaminado a buscar su madurez a marchas forzadas dentro de una categoría en la que la mayoría de sus componentes son debutantes. Nada de eso resta méritos al Tres Cantos, por supuesto, ni a sus componentes. De hecho, uno de sus más destacados efectivos sobre el césped fue otro jugador aún en edad juvenil, de nombre Miguel Pardo que ya se había ganado el respeto apenas transcurridos los cinco minutos del choque, al estrellar un balón en el larguero. El Colmenar más allá de la formación de muchos de sus jugadores, que también, también aportó su dosis de protagonismo canterano con el debut del guardameta Kevin Zárate al inicio de la segunda mitad en sustitución de Sebas, quien hubo de ser reemplazado por motivos físicos. El joven portero colmenareño no solo dejó buena muestra de su aplomo durante el choque, sino que se mostró espléndido en una de las acciones clave del partido. Con 0-2 en el marcador, el conjunto visitante dispuso de un penalti que el exfranjirrojo Palencia se dispuso a lanzar. Optó por un lanzamiento a lo Panenka que el debutante desvió con su mano izquierda, el cuero rebotó en el larguero y de nuevo cayó a pies del delantero visitante, quien soltó el zurriagazo desde el interior del área pequeña. Y ahí apareció de nuevo Kevin, con una estirada imposible que puso su pie en la trayectoria del balón y le hizo merecedor de una de las ovaciones de la mañana de este cinco de noviembre de 2017.

Pese a ello, el Colmenar llegó al tramo final del partido con ese 0-3 que se menciona al inicio del párrafo anterior. En la primera parte, el conjunto local, sin llegar a estar desacertado, no logró disponer sobre el tapete la continuidad deseada y el partido vivió un intercambio de golpes al que el conjunto violeta supo sacarle más partido. Al ya mencionado disparo al larguero de Miguel Pardo respondió el Colmenar con una jugada por el costado derecho en la que una asistencia de Anto al corazón del área fue desviada ligerísimamente por parte de la defensa  para que Jose Manuel, en boca de gol, no pudiera romper las tablas iniciales. El Tres Cantos respondió con una jugada por el costado en la que el Colmenar pudo achicar aguas para a posteriori, con Sergi empezando a hacer diabluras en zona de tres cuartos, disponer de un mano a mano en la figura de Anto, al que el portero rival achicó espació maravillosamente, lo suficiente para desviar a córner el disparo del punta colmenareño. Tanta oportunidad solo podía suponer la antesala de la llegada de los goles, y estos llegaron por partida doble en la portería local en un tramo de tan solo seis minutos: el primero tras un centro al área desde el costado izquierdo rematado en boca de gol por el también exfranjirrojo Lalo y el segundo tras un latigazo del mencionado Pardo a la escuadra. Con ese 0-2 a favor de los visitantes se llegaría al descanso.

Tras ese descanso, el Colmenar no recurrió a golpes de pecho, ni al grito, ni a la testiculina. Tiró de fútbol. Y lo hizo especialmente a través del costado con un Víctor que está firmando una temporada de esas para guardar en el recuerdo. En quince minutos, el lateral colmenareño sirvió hasta cuatro balones al área que no terminaron por encontrar rematador, pero que dejaron claro que el vaso no estaba vacío, sino a medias, dejando a cada uno la interpretación si medio lleno o medio vacío. Además, el Colmenar supo sacar esa continuidad a la que aludíamos en el principio de esta crónica, merced al trabajo coordinado y solidario entre el centro del campo, la delantera y la defensa, que daban al equipo anfitrión el empaque necesario para moverse como un bloque, como una idea común, como lo había hecho apenas siete días antes y que tan buen resultado le había dado. Empezaron a llegar los cambios, y Castro sustituyó a un más que cumplidor Julián, aumentando aún más el voltaje ofensivo de un partido que cada vez se jugaba más en terreno tricantino, con estos lanzando peligrosas contras hacia la meta local, con metros y espacio por delante. En una de ellas, llegó el penalti antes detallado. Pocos minutos después el estadio se puso en pie tras una falta lanzada por Vivi en la frontal que se estrelló en el larguero. Y como Don Fútbol es así. Pocos minutos después, en el 81, llegaría el 0-3, obra del extremo Koné.

Seguramente hubo quien se frotara las manos, pensando en la goleada visitante. O en ver al Colmenar bajando los brazos, agitando la bandera blanca. Y seguramente no faltaran motivos para ello, teniendo en cuenta el minuto y el resultado, pero lo que ocurrió fue todo lo contrario. El Colmenar lo que hizo fue en primer lugar sustituir a un desfondado y ovacionado Victor por Dani y agitar una bandera. Pero no era blanca sino franjirroja: Se lanzó con sus mejores armas sobre el área tricantina, y apenas dos minutos después llegaría el 1-3. Instantes después del saque de centro, el esférico llegó a Castro quien combinó con Sergi en la frontal ante la oposición del central rival, y el formidable mediapunta supo no solo ganar en el tiempo sino en el espacio, con un sensacional primer toque que le permitió encarar al meta rival, al que superó con un regate. Y pese a que la inercia le llevaba fuera del campo, aún tuvo tiempo para poner el balón al segundo palo, donde Vivi materializó el primer tanto local de la mañana. La parroquia colmenareña presente en el estadio Alberto Ruiz comenzó a rugir y el equipo volvió a corresponder como siempre que su grada lo hace tratando de dar el siguiente paso, y este llegó en el minuto ochenta y ocho. El Colmenar dispuso de una falta en la frontal del área, y Sergi volvió a meter la mano en la chistera, poniendo un balón excelso al palo corto que servía para poner el 2-3 en el marcador, el empate en la zona de lo probable y el estadio como una olla a presión.

Minutos después llegó lo ocurrido en el primer párrafo.

Y el saque de falta fue de nuevo magistral por parte del catorce colmenareño, pero topó con la no menos magistral mano del guardameta visitante Bengo, quién repelió bajo la misma escuadra el lanzamiento. El aliento contenido fue espirado  tras ver como el árbitro decretaba el final del encuentro. Por parte de la afición visitante con una mezcla de alegría con alivio -al ver cómo pese al suspense se hacían con  la victoria el derbi de la 607-, mientras que por parte local en el aire predominaba una mezcla de tristeza por haber tenido el empate tan cerca y de orgullo de ver como es verdad eso de que tienen un equipo que no gana siempre pero que no se rinde nunca, y que lo demuestra con fútbol.

No es nimio el detalle aunque haya quien dude al ver el vaso a medias. No muy lejos del vaso hay una bandera que ondea fútbol.

Jugaron: Sebas (Kevin), Ceve, Víctor (Dani), Edu, Ivo, Castillo, Jose Manuel, Julián (Castro), Sergi, Vivi y Anto. 

CARGANDO... POR FAVOR ESPERE