Después de una semana pasada por agua, con entrenamientos incómodos, encaramos un partido muy complicado, con un rival directo, el Atlético Concilio.
Los chicos hoy han crecido como futbolistas, como equipo y como personas, han comprendido lo que significa el esfuerzo solidario y, gracias al duro trabajo, conseguir un resultado positivo.
Con estas consignas trabajadas en el vestuario, salieron al pequeño terreno de juego alcobendense con ganas, pero algo despistados, tanto que en el minuto uno nos hicieron el primer gol, el temible delantero rival golpea con acierto desde los tres cuartos de campo y coloca el balón fuera del alcance de Jorge.
Mala forma de despertar, pero efectiva. En el minuto tres comienza a engranarse la maquinaria y Pablo H. le pasa a Carlos que pone el cuero a Junior que remata y cobramos el primer saque de esquina. Tras un rechace, Carlos de nuevo pone el balón en el área y Octavio desde la frontal asesta un testarazo certero que coloca el esférico lejos del alcance del corpulento cancerbero rival.
Igualamos el partido y nos sacamos la presión de encima, dos minutos después, fruto de la presión de Junior, la defensa pierde el balón y en un ángulo inverosímil, recordando al de Christian Vieri en el Calderón (97/98), trasforma el segundo gol.
El equipo sigue atacando, un centro del campo con el mono de trabajo, dándolo todo físicamente y cortando las líneas de pase, evitando que el Concilio lleve a cabo su estrategia basada en pase a dos delanteros rapidísimos que pocas veces gozaron de oportunidades claras, aunque sí las tuvieron.
Jorge se lució en una falta lanzada directa en el minuto catorce, sumada con otra intervención brillante un minuto después, tras la salida a los pies del peligroso atacante, desbaratando la oportunidad más clara contraria hasta el momento.
No se amedrentaron nuestros guerreros, con las líneas juntas y concentración, el juego desembocaba con ocasiones que unas veces la mala suerte, los zagueros (en su sentido más propio) y en otras un juez con escaso acierto, evitaron un tanto que nos diera más tranquilidad.
Finalizando la primera parte, un rápido contraataque montado por los hábiles arietes deja la oportunidad franca que aprovechan y nos vamos con tablas a los vestuarios. Digamos, para no dejar nada en el tintero, que en la jugada anterior, Junior chocó con el portero contrario quedando maltrecho en el césped y hemos de suponer que el árbitro ni lo vio ni lo oyó y no paró el partido.
La segunda parte comenzó trepidante. En el minuto tres, Junior vuelve a abusar de su velocidad y ambición de gol, arrebata el balón al defensa y desempata el encuentro (2-3). Todavía no habíamos acabado de celebrar el tanto cuando Pablo Herrera le pone el cuero franco a nuestro novato protagonista que consigue su primer “hattrick” y por ende, nuestros maltrechos corazones a estas alturas empiezan a buscar la calma.(2-4)
En el minuto seis desde el centro del campo, ejecutan una tremenda bolea que Damián deslumbrado por el sol, que hoy si luce, y a falta de algún centímetro, no puede evitar que bese las mallas (3-4).
Toma y daca constante, que nos pone al borde almodovariano de un ataque de nervios. No siendo eso suficiente el señor colegiado, nos los acelera con decisiones cuanto menos originales. Suerte que los jugadores que fueron intensos pero nobles, no le pusieron en ningún brete.
En los minutos que restaron Jesús y Carlos gozaron de oportunidades, mas la diosa fortuna no decidió concedernos lo que era justo a todas luces, y ahorrarnos veintidós minutos de infarto.
Al fin, en el minuto vigésimo octavo, Pablo Rosal lucha con los gigantes, que casi eran molinos, y al contrario que el famoso Hidalgo, venció y convirtió el quinto tanto y con él evitamos hacer uso de la solinitrina bajo la lengua.
Hoy nuestros quince valientes han salido del Óscar Molina con una lección más aprendida y con una prueba más superada, hoy se pueden sentir un poco más futbolistas. Su entrega, su lucha, su solidaridad, nos llevan a tiempos en los que el balompié se jugaba para disfrutar y salir orgulloso del esfuerzo.
Ahora una jornada sin partido, nos vendrá bien para descansar de la competición y ponernos a tope físicamente para encarar los últimos cinco partidos.
¡AUPA AGRUPA!
Jugaron: Jorge (Damián), Hugo, Oscar, José, Rome (Jaime), Cuaresma, Carlos, Octavio, Pablo Herrera, Longa (Pablo Rosal), Junior(Jesús).
