Con el paso de las jornadas y más en las segundas vueltas, se empieza a notar la importancia de cada partido y las fuerzas se igualan muchísimo. A veces no se sabe quien está luchando por no descender y quien por entrar en play of. Los equipos ya se conocen “al dedillo” y cada partido es más difícil que el anterior. Esto hace que los equipos varíen, los planteamientos, las tácticas y su forma de jugar. Siempre adaptándose al contexto.
Así se presentaban ambos conjuntos el pasado domingo. Un Griñón más agresivo ( en el buen sentido ) y dominador que en la primera vuelta, dada la necesidad de puntos, y una agrupación mucho más sólida en defensa y directa en su juego, cosa que le está dando resultado en las últimas jornadas. Con esta mezcla de solidez y calidad en los metros finales se consiguió una nueva victoria y la salvación matemática.
El partido comenzó y “terminó” en el minuto 2. Roberto Santos sacaba una falta al corazón del área con esa calidad e intención que acostumbra. Nada más salir el balón de su bota se veía claro que si no era rematado por algún jugador serrano se colaría igualmente en la portería. Y así fue, De Loma y Ramiro a punto estuvieron de rematar, hecho que hizo que el portero no pudiera reaccionar a tiempo y el balón acabara en el fondo de la portería.
Desde aquí, brega y lucha por ambos equipos por cada balón. Cada segunda jugada era como si fuese la definitiva del partido.
La agrupación junto líneas y el Griñón no era capaz de sobrepasarlas. Cuando esto ocurría, los serranos lanzaban rápidos contraataques en los que Nacho Buenache y Roberto Santos se ocupaban de poner grandes centros a los demás. En una recuperación de este último en campo contrario, dejo en bandeja a Cristian el 0-2 pero el balón se marcharía por muy poco.
En la segunda parte cambió la historia. Ya en los minutos finales de la primera parte el Griñón apretaba mucho y la agrupación se veía cada vez más contra las cuerdas y continuó así unos minutos más. El Gríñón, a pesar de tener algo más el balón no tiró a puerta hasta el último minuto. Poco antes los franjirrojos, ayer de rojo entero, se habían quedado con 10 por una doble amarilla a Ramiro bastante discutida, y Javi Rodríguez mandó un tiro al larguero.
Y llegó ese único tiro entre los tres palos del Griñón. En el último minuto de descuento remataban a gol un saque de esquina que el árbitro anularía por falta a un defensor. Decisión bastante discutida también, más por el minuto en el que ocurrió la jugada que por acierto o no el colegiado.
50 puntos y salvación matemática. 50 puntos que llegan tras esa racha mala que pasan todos los equipos y que con una defensa solidad y con la calidad y velocidad arriba se ha borrado de un plumazo. Ahora toca seguir con la misma o más ilusión si cabe, recuperar la confianza al cien por cien y trabajar por lo que se quiere.
AUPA AGRUPA!!
