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1er Equipo


29/02/2016
Sumar para crecer, y viceversa

C.D. Vicalvaro A - 1ER EQUIPO


Resultado: 0 - 1

Fecha: 28/02/2016

Hora: 11:30

Estadio: Vicalvarada (Ha)

El aficionado B se trae tres puntos de Vicálvaro con un encuentro cargado de épica en el que supo aguantar en inferioridad numérica durante mas de 30 minutos.

La épica. Uno escucha épica y lo primero que se le vienen a la cabeza películas de espartanos, gladiadores o incluso astronautas (y si no vean Interstellar) en las que se les hace pasar canutas a los protagonistas a cambio de una gloria que no reside en el premio, sino en la grandeza de la propia heroicidad de aguantar. A las pruebas me remito, a los espartanos, los persas se los terminaban ventilando. A Máximo Decimo Meridio el hecho de plantar cara al emperador le acababa suponiendo perder hasta la vida, y lo del protagonista de Insterstellar no se lo cuento porque la madre de este cronista se lee estas crónicas y se que aún no la ha visto pese a mi insistencia. 

Existe otro tipo de épica, consistente en el empeño de alguien, batacazo tras batacazo, sigue insistiendo en su buen hacer hasta lograr su objetivo final. Llámese Leonardo Di Caprio ganando una estatuilla de oro al enésimo intento, llámese usted mismo consiguiendo el teléfono de aquella morena de media melena. 

Luego, por supuesto, está la epica real, sin música atronando de fondo en el cine o en tu cabeza, de aquellos que se levantan para trabajar a las cinco de la mañana, o de los que trabajan en turnos de noche. #Respect para ellos. 

Por supuesto, el deporte tiene su propia épica, que además cuenta con sus diferentes subgéneros propios, Ejemplos recientes no faltan: este  fin de semana un tipo llamado Sergi Llull realizó un milagro en un pabellón  de Valencia que seguro ya han visto en las noticias. En Inglaterra el Leicester, un equipo pequeño mira semana a semana a los ojos de los grandes de la Premier League, y en Vicálvaro, el domingo por la mañana, el conjunto dirigido por Pedro Pablo Díaz lograba traerse los tres puntos para Colmenar pese a tener que disputar en inferioridad numérica, durante más de un tercio del encuentro, un gran duelo frente al partido. Porque el partido fue un GRAN partido, no se dejen embaucar por lo ajustado del resultado. Y como todo GRAN partido que se precie, esto ocurre porque hay un gran equipo enfrente, un CD Vicálvaro que no solo cuenta con una gran plantilla a nivel individual, sino que plasma sobre el césped cada fin de semana el gran trabajo que realizan de lunes a viernes su plantilla y su staff técnico, lo que le permite ser uno de los habituales de la zona privilegiada de la tabla en este grupo 2 de la Preferente Madrileña. 

Ocurre que, volviendo a la épica deportiva, esas gestas nos permiten descubrir, si escarbamos un poco, que no tienen su origen exclusivamente  en el azar ni en la suerte, sino en una suma de muchas tareas bien hechas, en ocasiones pequeños detalles que pueden acabar inclinando la balanza. Vuelvo a Llul y en cómo, si observamos las reacciones tras la canasta rival, se ve que es el primero que reacciona, le indica a su compañero que saque y recibe libre de marca. Y a partir de ahí, todo lo demás. .

Ocurre también que el Colmenar se presentó sobre el césped de Vicálvaro preparado para mil versiones de lo que podía ser el partido. Y a partir de ahí, todo lo demás.

Porque el encuentro, que arrancó vertiginoso, vivió en primer lugar una ocasión del Colmenar, cuando tras una buena jugada colectiva Jorge vislumbró el desmarque de Adri. Este regateó al portero y disparó a puerta pero un defensor local se cruzó en la trayectoria del esférico para desviarlo a córner. No pasaron muchos minutos hasta que el Vicálvaro respondiera por partida doble, primero con un remate que Jose Angel sacó bajo palos y después con un pase de la muerte desde la izquierda que se paseó sin hallar rematador. Al choque se le empezó a poner el colmillo retorcido, y cada vez parecía mas claro que cada detalle contaría, pero que sería necesario no desfallecer antes.  Una nueva jugada por el costado izquierdo trazada por Ceve, Diego y Anto acabó encontrando a Adrián quien de nuevo chutó a puerta obligando al guardameta local a sacar lo mejor de su repertorio, y su intervención resultó en un córner. Y el córner en un balón preciso y precioso de Jorge ante el que se elevó Eli para marcar los tiempos perfectamente y anotar el único gol de la contienda, tras el que se fundió con el chavalín responsable del laboratorio. Corríia el minuto 31 y un aire gélido de esos entran por la pantorrilla, y tras un breve intercambio de amagos sin llegar al impacto, se alcanzó el descanso.

Tras este, lo primero fue una oportunidad, de nuevo de Eli, tras una falta botada por Jorge al corazón del área. Y lo segundo, fue la épica. La que quedaría empequeñecida si solo retalaramos los hechos y no las emociones, especialmente tras el minuto 60, cuando Diego, cuya participación había resultado fundamental en el centro del campo franjirrojo,  vio su segunda amarilla por una falta en terreno de nadie. Y tocó arremangarse, y como suele decirse coloquialmente, apretar el trasero. 

Toda la expedición colmenareña lo hizo y de que manera, empezando por los lesionados del equipo presentes en la grada, Nevado, Angulo e Ismael. Si hablamos de Anto y Adri nos quedaríamos muy cortos si solo habláramos de su trabajo defensivo, pues acabaron generando clarísimas oportunidades ofensivas hasta su sustitución. Podríamos hablar de Hugo, quien volcó el campo con su primera intervención y de nuevo obligó al meta local a la heroicidad para mantener a su equipo con opciones de remontar, podríamos hablar de Jorge al que el talento no le impidió luchar por cada centímetro a su alcance, como podríamos hablar de Maillo enseñándonos porque sabe ganarse a la gente tanto en el campo como fuera de el, o de Castillo, quien pese a ser el más expuesto al fuego enemigo nunca apartó la mirada, o de Guillaume presentando su candidatura a "hacedor de milagros", y digo esto a 29 de Febrero para que luego no me tachen de ventajista, o de Eric, quien se multiplicaba por instantes desde su incorporación hasta el final del encuentro, o de Eme y Ceve yendo a más durante el partido aunque les tocara manejar situaciones en desventaja, o de Eli y el capitán Dani ordenando la retaguardia cuando más apretaba un Vicálvaro que ya no levantó el pie del acelerador. O de un Víctor que no dudo un segundo en dar el último empujón al coche para que el marcador no se moviera. 

Y por supuesto de José Angel. Este cronista una vez escribió que, durante la final del Mundial de Sudáfrica,  Casillas fue el que nos mantuvo en pie cuando a todo el país nos temblaban las rodillas viendo venir a Robben hacia nosotros. Y esa sensación generó Jose Angel ayer, o eso fue lo que leí en los ojos de Pablo y en los de Nacho.

Y el final, los tres pitidos. Los abrazos que te levantan, el cuerpo buscando estabilizar su nivel de activación. Las sonrisas en el viaje de vuelta, el titular de esta crónica salido de los labios de Octavio. Sumar para crecer. A lo que este cronista le añade la viceversa pensando que ese era el resumen de lo que habíamos vivido, que este equipo sumó para crecer, y creció para sumar. 

La épica era esto.

Jugaron,como para emocionarnos: Jose Ángel, Eme, Ceve (Víctor), Dani, Eli, Castillo, Diego, Maillo, Jorge (Eric), Anto (Hugo) y Adri, (Guillaume) 

CARGANDO... POR FAVOR ESPERE