Hace 428 años Felipe II nos dio la frase con la que podríamos definir los partidos jugados fuera de Colmenar. Nosotros tampoco enviamos a nuestros chicos a luchar contra los elementos. En Collado Villalba sólo faltó la lluvia, que suele seguirnos en nuestros desplazamientos. Pero no falló Morfeo.
Debe ser casualidad, pero va la segunda jornada que nos toca madrugar o casi trasnochar. El lucero del alba aún no había fichado en el firmamento y nuestro equipo ya enfilaba hacía Collado Villalba, no sin antes dar una vuelta por el Polígono de la Mina para buscar la ayuda de Santa Mahou (tanto madrugar no es bueno para nadie…).
Tardamos en desperezarnos y no llegamos a portería hasta el minuto cuatro, en que Díez culmina la primera jugada de toque con el primer lanzamiento a portería. Cogimos carrerilla y Longa recupera un balón que cuelga al área y cabecea Gómez entre los tres palos, rechazado por el portero.
Los unionistas comenzaron a jugar y con un centro del campo que combinó con acierto, durante varios minutos pusieron a prueba a Uli e Iván, que como ya nos tienen acostumbrados, se emplearon a fondo y salvaron al equipo. Sumándole el esfuerzo de Carlos y Octavio que servían de perfecto vagón de enganche con el resto del equipo.
No hay mejor defensa que un buen ataque y con esta idea en la cabeza, Mario salió con el balón controlado, dribling, cambio de ritmo, vio el hueco y lanzó un trallazo que sirvió para que el portero se estirara, evitar el primer gol y sacudirnos la presión.
Partido atípico; tanto, qué hasta el momento, Damián había intervenido más con los pies que con las manos, haciendo de vértice eficaz en el triángulo defensivo. Y como no hay mal que por bien no venga, en una de las escasas ocasiones en las que Ulises despeja el balón sin contemplaciones, es Longa el que lo “pincha” y con un pequeño regate, habilita el hueco por el que suavemente llega el balón a los hábiles pies de Gómez, que coloca el cuero en el fondo de las mallas. Corría el minuto veinte.
Poco antes de acabar el primer acto una nueva jugada coral a punto está de ampliar el marcador.
En la segunda mitad no empezamos con la claridad habitual. Los primeros minutos nos perdemos en pases horizontales algo arriesgados, tanto que necesitamos parar con falta una pérdida cerca del área. Botada con fuerza, Damián bloca con calidad y seguridad.
No es hasta el minuto seis cuando Marcos a pase de José hace el primer lanzamiento a puerta en esta parte. Poco a poco, con ayuda de las nuevas incorporaciones vamos controlando el juego. Óscar da serenidad desde el centro de la defensa y busca el pase en diagonal que rompe la presión. Marcos surte a Guzmán de balones y éste al mejor estilo del extremo derecho, llega hasta la línea de fondo y pone centros al interior de área.
Así íbamos avanzando. Octavio y Pablo, recogían y jugaban todos los balones con criterio. Ya volvíamos a ser nosotros; los rivales buscaban el balón y cada vez les costaba más encontrarlo.
En el minuto catorce el gol de la tranquilidad, a pase de Marcos, Mario desde la frontal del área lanza un chut inalcanzable. Definitivamente ya estábamos en modo avión. Hugo y José desde las alas sostenían el equilibro defensivo, hoy les tocó ponerse el mono de trabajo, ¡vaya si se lo curraron!
En el dieciséis, de nuevo Mario habilita a Guzmán, que gana la línea de fondo, pase de la muerte y Longa coloca el balón pegado al poste izquierdo convirtiendo el tercer gol.
Se sucedían las oportunidades. Minuto dieciocho. Tras un córner Iván se suma al ataque y cabecea rozando el larguero. Cuatro minutos después otra vez el rubio media punta, pasa a Longa que coloca de nuevo el esférico lejos del alcance del cancerbero, en lo que sería el cuarto y definitivo gol.
Partido muy trabado, al final nos costó casi cuarenta minutos jugar a gusto, con el toque de balón y el pase rápido que quiere ser nuestra seña de identidad. Pero el sábado, demostraron que también saben ponerse el mono, dejar el “jogo bonito” por un momento y adaptarse a las circunstancias, externas o no, que pueden condicionar un partido.
¡Seguimos aprendiendo!
Jugaron: Damián, José, Hugo, Ulises (Óscar), Iván, Mario, Octavio, Díaz (Pablo), Carlos (Marcos), Gómez (Guzmán) y Longa.
