El primer equipo de la AD Colmenar Viejo se presentó de manera oficial ante su afición adjudicándose el Trofeo Virgen de los Remedios 2015 al imponerse por dos goles a uno frente a un correoso Las Rozas UCJC que fue de menos a mas durante el encuentro.
La recta final del mes de Agosto suele venir acompañada de un sabor agridulce para gran parte de la población: por una parte todos vamos percibiendo cómo cada día perdemos un minutito de luz, como si fuera una metáfora de la inmediata llegada de septiembre (con su “oh Dios mio!” que dijo el poeta Ibarra) pero nuestro cuerpo y mente siguen reclamándonos su cuota de piscina, o playa, o terracéo con amistades y/o familia. Y por tanto, aprovechamos en la medida de lo posible esta recta final veraniega de manera casi melancólica, casi paladeando lo que fue (es) este verano de 2015. Aquí, en Colmenar, sin embargo, le damos un matiz brillante. Todos sabemos qué pasa el último fin de semana completo de Agosto, a quién esperamos ese viernes sobre las nueve y media o las diez en el Canto. Y todos sabemos los cinco días de después.
Y además de ese final de verano, en lo futbolístico, Agosto es el mes de las pretemporadas, y lo normal es que por tanto, venga con una carga importante a todos los niveles para jugadores, técnicos, directivos y gente implicada en los clubes en general. Como en el cuento de la cigarra y la hormiga, sí. Pero permítanme un matiz. A menudo se transmite la idea que la hormiga mientras preparaba sus provisiones para el invierno parecía, con perdón, jodida, mientras la cigarra seguía living la vida loca. Y saben qué les digo, que no tiene necesariamente nada que ver el ser trabajador ni el ser previsor para el invierno con estar jodido. Veo una prueba de ello cada vez que contemplo un entrenamiento de este nuevo Colmenar. O pensando en la jornada vivida ayer en el Alberto Ruiz.
Tras la disputa del Trofeo Requena entre nuestro prometedor Juvenil A y el de Las Rozas de categoría Nacional (que se decidió desde el punto de penalti), los focos se encendieron para el choque entre los primeros equipos de ambos clubes. Y tras las presentaciones oficiales, dio comienzo un encuentro en el que, si bien en los primeros minutos el conjunto azulón estrelló un balón a la madera, el primer equipo franjirrojo comenzó a hacerse con el timón del encuentro y a imponer su velocidad de crucero. Con una zaga formada por Isma y Ceve como laterales junto a Eli y Maillo en la zona central, el campo comenzó a volcarse hacia los intereses locales una vez que Castillo, el capitán David Nevado y Jorge comenzaron a sacar el tiralíneas (de pase), lo que terminó de coser al equipo como un bloque que cada vez pisaba con más asiduidad terreno rival. En el último tercio de campo, Guillaume, Vivi y Adrián Bernabé aparecían con la mecha en una mano y la dinamita en la otra, pero sería el lateral Ceve el que lanzara el primer aviso serio al rival, con un potente chut desde la frontal que se acabó estrellando en la madera y a punto estuvo de provocar una fisura en la misma. Los locales no bajaron el pistón y generaron nuevas oportunidades: En primer lugar Vivi se plantaba solo frente al guardameta golpeando el balón el lateral de la red, y posteriormente un espectacular pase de Nevado a Guillaume dejaba al franjirrojo en el corazón del área, donde fue derribado por un defensor, señalando el colegiado el punto de penalti. Vivi fue el encargado del lanzamiento y pese a la buena trayectoria y potencia, el guardameta rival detuvo el lanzamiento en una acción plena de reflejos y eficacia. A pesar del golpe emocional que supone un penalti errado, ni el propio Vivi ni su equipo se vinieron abajo más de lo debido, y en apenas cinco minutos llegarían nuevas oportunidades, y con ellas el primer gol de la pretemporada, tras una fenomenal jugada en la que el equipo –acampado ya en campo rival- llegó hasta el pico del área rival tras un pase de Nevado a Isma, quien viendo la puerta de cerrada cambió la opción del piropo fácil “por si cae” por el arte de la seducción. Retrasó el balón al central Maillo, quien comenzó a girar la jugada hacia Castillo, que avistó a Jorge en la zona donde se cuecen las obras de arte. Allí, el diez colmenareño puso un gran pase para Adrián, quien de golpe y plumazo se sacó de la manga un control orientado con el que sorteó a dos rivales, con ese aire que tiene él como de quitarse importancia, y cruzó el balón al palo largo ante el achique del portero, provocando la primera gran alegría de la noche (y de la temporada 2015) a la afición local. Con el descanso en el horizonte, Las Rozas no quiso irse del partido, ni mucho menos, y dispuso de un gran mano a mano de su delantero centro, pero mientras todos contuvimos el aliento, Pablo atajo el balón con el cuerpo mientras que nos ponía la mascarilla de oxígeno a los asistentes. Y una vez recuperado el pulso, la franja volvió a sonreir, especialmente cuando, de nuevo Adrián resolvió una jugada en el área con el segundo tanto justo antes del descanso.
Tras este, el Colmenar saltó al campo con hasta seis sustituciones, incorporándose Eric y Víctor como laterales, Cereijo y Diego al centro del campo serrano y Hugo junto a Anto en la delantera. Y el conjunto rival saltó al campo decidido a cortar el dominio del que había gozado el conjunto local durante el primer acto, adelantando sus líneas y sin renunciar a la posesión del esférico, pero forzando al Colmenar a jugar en las zonas en las que menos le interesaba. Como el fútbol (y si me apuran el deporte en general) no es solo saber lo que tienes que hacer cuando tienes el viento a favor, sino que también exige saber aguantar cuando vienen mal dadas, el Colmenar se vio obligado a adaptarse a este nuevo partido, para no sin sufrimiento, poner a buen recaudo el trofeo homenaje a nuestra Patrona. Ello supuso que las intervenciones ofensivas pasaron de suministrarse en caudal a ser chispazos, con los ya mencionados Jorge, Cere y Diego achicando aguas en la sala de máquinas a la par que proveyendo de balones a los dos puntas cuando fue posible. De hecho, el eléctrico Anto dejó muestras de su calidad en los pocos minutos que pudo disputar (minutos después hubo de ser reemplazado por un dolor lumbar) con una acción en la que tras un espectacular quiebro en el pico del área acompañado realizó un remate que finalmente no vio portería, mientras que Hugo se arremangó e hizo, como todo el equipo, de la necesidad virtud realizando un trabajo menos vistoso pero igual de indispensable en todo equipo que se precie de ser tal. En la recta final del encuentro, como premio a su insistencia y buen hacer durante todo el segundo acto, el conjunto roceño recortaría distancias poniendo un apretado 2-1 en el marcador, a modo de teaser trailer de lo que puede encontrarse el equipo franjirrojo en esta campaña en una categoría tan exigente como la Preferente Madrileña. Y de nuevo se supo mantener el tipo. Además, Dani se reincorporó en la última tanda de cambios tras superar un leve esguince a principio de la pretemporada, y ayudó a que el equipo, liderado desde la portería por Pablo, mantuviera el marcador sin variaciones.
Y, de paso, el trofeo Nuestra Señora de los Remedios en casa, con la buena dosis de alegría que ello supuso para este joven pero ilusionante proyecto. ¿Ven por qué la hormiga no está menos feliz que la cigarra?
Jugaron: Pablo, Isma (Eric), Ceve (Víctor), Eli, Maillo (Dani), Castillo (Cereijo), Neva (Diego), Jorge , Guillaume (Anto), Vivi y Adrián (Hugo), y David.
