Fruto de la suma de clubes los jugadores del Alevín C se estrenaban como equipo perteneciente a la Agrupación Deportiva Colmenar Viejo, dejando atrás seis años en el Rayo Colmenar Viejo. Y además era su primera temporada en fútbol once, novedad ésta que se iba a notar frente a algunos rivales.
El primer partido de la temporada contra Las Tablas funcionó como Cabañuela y predijo lo que iba a ser el resto de la temporada: gol tempranero y agónico final con los tres puntos a favor. Los datos estadísticos lo corroboran, de los cinco primeros somos el que menos goles a favor ha conseguido (90) y el segundo que menos goles ha encajado (24), a solo cuatro del primer clasificado. Estos datos nos hablan de un equipo hecho desde la defensa, con dos centrales contundentes, un centro del campo defensivo y una delantera rápida, presionante y eficaz en las pocas oportunidades.
Con este planteamiento y enfrentado a equipos en su mayoría con jugadores nacidos en el 2004 (los nuestros son todos del 2005), han conseguido algo histórico para ellos, subir de categoría. Cómo dijo un entrenador del club el día que se consumó el ascenso, no sabemos si volverán a vivir algo así. Yo estoy seguro que sí, calidad tienen para ello.
En toda la temporada con 30 jornadas, han perdido 5 partidos, los dos primeros en las jornadas segunda y tercera. Pagamos la novatada: primer contra el Atlético Madrileño que nos citó a las 9 de la mañana para jugar en un campo mucho más grande que el nuestro y después contra El Molareño, de nuevo se nos hizo muy grande el tapete y contamos con escasa fortuna.
En esta primera vuelta fuimos inexpugnables en nuestra cancha: tardaron catorce jornadas en hacernos un gol, dos grandísimos porteros lo hicieron posible. Otro dato importante: no hemos perdido ningún partido en casa.
También fuera de casa hemos realizado grandes partidos. En la quinta jornada ganamos al Atlético Chopera, que a la postre ha resultado campeón del grupo. En la novena sufrimos lo indecible contra el Electrocor: una encerrona en toda regla que volvimos a sacar adelante con tesón y sufrimiento.
Nuestro enfrentamiento como visitante en la decimoquinta jornada al Academia de Fútbol Alcobendas fue como un mal sueño que nos acompañó el resto de la temporada. Partido que nunca debimos perder y tres puntos que nos habrían ahorrado algo de tensión al final.
Comenzamos la segunda vuelta como terminamos la primera: con mal partido y tres puntos menos. Las Tablas, jugando un gran partido, “vengó” su derrota.
Como el Ave Fénix resurgimos de nuestras cenizas y ya no volveríamos a perder ningún partido más. Para comenzar y gracias a algunos cambios tácticos del míster, le ganamos al Atlético Madrileño igualando el “golaverage” y demostrando que lo del partido de ida fue un tropiezo.
El partido con el Atlético Concilio, fue uno de los más intensos. Remontamos y nos remontaron el resultado hasta que por fin, mandamos en el campo y transformamos cinco goles que nos pusieron en el camino de la gloria.
A tres jornadas del final, por un momento pareció que el GPS que nos llevaba a tocar el cielo, se quedó sin cobertura. En Tres Cantos, sólo la suerte y la ley de gravedad, nos salvó.
Las tres jornadas que restaban nos guardaron días de angustia, nervios, tensión y presión por llegar al objetivo del ascenso.
Finalmente ¡se consiguió el ascenso! Mereció la pena todos los días de entrenamiento, los días de frio, de lluvia, los madrugones, incluso algunos momentos en que los nervios nos jugaron malas pasadas. No sólo por lo logrado deportivamente, sobre todo por lo que hemos crecido como equipo, lo que han madurado como jugadores y personas nuestros chicos.
Agradecimiento a los entrenadores Javier y Jorge: han sufrido, se han emocionado y alegrado con los jugadores. Han tratado de transmitir los valores del deporte en equipo, el respeto por el contrario y el valor del esfuerzo.
Ahora tenemos meses de descanso, de disfrutar de otras realidades y esperar con ilusión la nueva temporada. ¿Qué nos deparará?
