Calle Melancolia No Avenida De La Alegria

Juvenil A


07/04/2014
¿Calle Melancolía? No, Avenida de la Alegria

Alcobendas C.F. B - JUVENIL A


Resultado: 1 - 3

Fecha: 06/04/2014

Hora: 11:00

Estadio: Alcobendas - Ciudad Dptva. Valdelasfuentes (Ha)

El Juvenil A suma una nueva victoria (1-3) en Alcobendas y se mete de lleno en la lucha de la zona noble de la clasificación tras un partido en el que de nuevo dio el Do de pecho cuando más falta hacía.

Eran aproximadamente las nueve y cincuenta minutos de la mañana de este domingo cuando el entrenador Miguel Ángel Expósito me puso sobre la pista.

  • Mira, estamos en la Avenida de la Alegría.

Miré a través de las ventanas del autobús. Y me sorprendí al ver que aquella oración no disfrazaba una metáfora, estábamos literalmente en la Avenida de la Alegría de Alcobendas, de camino hacia la ciudad deportiva Valdelasfuentes. Para llegar hasta el campo donde aquella mañana volveríamos a jugarnos los sueños en forma de puntos, fuimos pasando por las calles de la Felicidad, de los Sueños, de la Fantasía, de la Imaginación, hasta tomar la calle de la Suerte. Primero, chapeau por el que pusó esos nombres (busquen en google, si quieren, ahí están). Segundo: Igual me paso con la licencia poética, pero creo que fuimos cogiendo un poquito de todo eso de camino al estadio.

Y ustedes dirán que por qué, y yo les digo que por qué no.

El encuentro comenzó, de entrada, con una diferencia muy grande de intensidad en el equipo rival respecto al partido de ida. Si nosotros habíamos evolucionado, el conjunto local comenzó dejando claro que ellos también. Y de hecho, el primer “uy” de la mañana llegó en nuestra portería, con el rival lanzando un poderoso disparo que acabó estrellado en el larguero de la meta defendida por Durán cuando la afición local ya estaba en pie a punto de celebrarlo. Calle de la Suerte, recuerden

Pero la suerte, sin trabajo, sirve de poco, y el Colmenar comenzó a carburar poquito a poco, sin prisa pero sin pausa. En la defensa tras un par de ajustes comenzaron a reducirse los sustos, y en la faceta ofensiva los franjirrojos comenzaron a encontrar más fácilmente a los cañones de Navarone. En el primer aviso, Asier, que cuajó una gran actuación, encontró a Carlos Forcano, y cuando este servía el llamado pase de la muerte a Villa, un defensor local alcanzó a desviarla. Poco después, un córner acabó en los pies del mismo jugador serrano, pero su remate de primeras salió muy centrado y a las manos del guardameta. Con Edu y Rober de vigilando como hombres ancla, Kike encontrando cada vez más a Johan por la izquierda, y los todoterrenos Adrien y Julián acumulando kilómetros para su equipo, Aguirre metió la quinta marcha. Levantó la mirada, cantó por Sabina “Vivo en el número 14, calle de la fantasía” y puso un balón en profundidad para Carlos Forcano, quien majestuosamente cruzó el balón ante la salida de la meta rival abriendo la lata y poniendo a su equipo por delante poco antes del descanso.

Calle de la Fantasia, recuerden.

La reanudación comenzó sin cambios en ninguno de los onces ni excesivas variaciones en el gameplan de cada equipo: Alcobendas Levitt seguía buscando su juego directo mientras que la Agrupación trataba de rematar la faena generando clarísimas oportunidades. Pero hubo tan pocos cambios respecto a la primera mitad, que de nuevo, el primer susto fue para nosotros, cuando el colegiado decretó penalti en el área colmenareña, entendiendo que aquella película necesitaba de algo más emoción.

Y entonces, volvió a ocurrir. Con todos los ojos volcados en nuestro área, Don Alejandro Durán volvió a proclamar al mundo que es el mejor especialista en penaltis de nuestra división.

Pero como uno nunca puede (ni debe) acostumbrarse a esa maravillosa sensación de ver a tu portero parar un penalti, desde los otros diez presentes sobre el campo, hasta los siete ocupantes de la banda, pasando por los compañeros Alex Romero, Diego y Uge que apoyaban desde la grada junto al resto de la expedición colmenareña, (padres, madres y hasta Julio, entrenador de porteros del club) todos sentimos esa alegría que te sube desde el estómago que pasa por el espinazo y alcanza hasta las yemas de los dedos.

Y eso que no pasamos por la calle del portero especialista en penaltis, gensanta.

Ambos cuerpos técnicos dieron inicio a una serie de cambios en sus conjuntos. Por parte colmenareña, Asier abandonaba el césped entre aplausos más que merecidos por una gran actuación, entrando en su lugar Marlon, la amenaza silenciosa de este equipo. El equipo serrano además comenzó a poner coto a la meta del Alcobendas, especialmente por banda izquierda donde Kike y Johan comenzaban a sembrar las semillas del segundo gol. Precisamente Johan sería el autor de la jugada que acabaría en el 0-2: Consumó su enésima progresión hasta el área rival con un pase en búsqueda de quien lo lanzara a la red, y de nuevo, Villa acudió puntual a su cita con el gol poniendo la guinda a la semana de su cumpleaños. Sabedores que se acercaba fiesta, sus compañeros comenzaron a acudir a su encuentro desde el momento en que vislumbraron su llegada. Embocó desde el segundo palo e inauguró la fiesta. Pasad que invito yo. Qué fresquitas estas celebraciones, plenas de Felicidad.  

El encuentro se puso totalmente de cara para el conjunto visitante, quien decidió poner aún más picante con la entrada de Alex Ventura y Mansilla, y cada uno desde un flanco siguieron generando más y más oportunidades para los colmenareños. Con Aguirre, quien también probo suerte desde media distancia en alguna ocasión, y el recién incorporado Alex Gil supliendo de maravilla a Adrien en su función de pulmón, surtiendo de balones a la delantera, una vez que el balón alcanzaba los tres cuartos, llegaba el olor a pólvora. Y sin embargo, a la película le quedaba otro giro en el guión.

Con el Colmenar volcado hacia la meta rival, un balón cruzado del conjunto verde acabó suponiendo petróleo. Con toda la parroquia colmenareña reclamando un fuera de juego que parecía claro, el rival se plantó solo en el área visitante y cruzó el balón, alimentando algo las esperanzas del conjunto verde de rascar un punto en un partido que se les había puesto cuesta arriba.

Pero, ay amigos. No solo no llegó ese empate, sino que lo que llegó fue un balón a Marlon, y cuando todos casi le suplicábamos el disparo a puerta, el lateral derecho decidió que no. Se paró, vio, y decidió. Discretamente, así como es el. Y envió un preciso y precioso balón al interior del área donde Carlos Forcano, puso la rúbrica al encuentro con su segundo gol del choque.

Y este cronista, en ese momento, se fijó en la sonrisa instalada en el rostro del autor de la asistencia, y les juro que esa cara tenía algo de sueños que se pueden cumplir si los trabajamos bien. Y luego seguí observando y vi las otras en el rostro de sus compañeros. Y me encontré lo mismo. La sonrisilla, esa sonrisilla, del que sabe que tiene en sus botas, en su sudor, en su trabajo, la posibilidad de algo muy grande.

Recordé que el término “Avenida” se comenzó a utilizar -o eso me dijo alguien alguna vez - para designar las vías que llevaban a algún sitio. Y que por ejemplo, Avenida de Madrid, se refería a que era la calle que si seguías te llevaba a Madrid.

Yo no escribo desde la Calle Melancolía.

Créanme. Estamos en la Avenida de la Alegría. Literalmente.

Y si alguien me dice que por qué, yo les digo, ¿y por qué no?

Jugaron: Durán, Asier (Marlon), Edu, Rober, Kike, Julián, Adrien (Alex Gil), Aguirre, Johan (Alex Ventura), Villa (Mansilla) y Carlos Forcano. Y Charly. Y apoyaron in situ Uge, Alex Romero y Diego.

CARGANDO... POR FAVOR ESPERE