Te levantas, vas a ver un partido en el que, a falta de 10 minutos, se va ganando por una gran diferencia de goles, el equipo que va perdiendo remonta y piensas “¿cómo ha podido ocurrir esto?” Comes, te vas a ver otro partido y, otra vez a falta de 10 minutos, vas ganando con una gran diferencia, pero vuelves a vivir lo mismo que por la mañana… La única explicación que tengo es que esto es fútbol.
Parece que el femenino no levanta cabeza. Este fin de semana, tras ir ganando 0-3 a falta de 15 minutos, el equipo al completo (incluido el entrenador) se relajó y, cuando te quieres dar cuenta, es el minuto 90 y vas perdiendo 4-3. Es difícil de entender, ¿el arbitro? ¿Relajación? ¿Estará gafado este equipo? Un cúmulo de sucesos que te llevan a pensar que estás en una pesadilla, pero, como siempre, esto vale para aprender, no queda otra. El resultado final fue Avance 4 AD. Colmenar Viejo 3.
El partido comenzaba con una intensidad alta en el centro del campo, donde el Avance se gustaba y quería tener el balón, teniendo claras oportunidades que Noelia Prieto, muy sería, supo atajar. Pero rápidamente Sofía se pondría a destruir su juego y el Colmenar lo agradecería.
El partido cogía otra dinámica y ahora las colmenareñas tenían más el balón, dando juego a sus interiores y punta con balones largos. Tras varios avisos, el conjunto visitante se adelantaba en un rápido saque de falta de Inés Gómez que recibe Inés Costa, se marcha de su marca y “fulmina” a la portera. Con este resultado nos iríamos al descanso.
En la segunda parte el Colmenar iría a sentenciar el partido y, a los 7 minutos, Andrea marca un autentico golazo desde fuera del área. El Colmenar dominaba el partido y empezaba a jugar y, tan solo 5 minutos después, en un corner, Anita en el segundo palo consigue rematar enviando el balón dentro de las mallas.
Todo parecía indicar que el partido iba a acabar con victoria del femenino de Colmenar, pero el fútbol no es nada previsible y, cuando menos te lo esperas, todo cambia.
Falta a favor del Avance, donde la portera no consigue atrapar el balón, las jugadoras colmenareñas se olvidan de sus marcas y una jugadora local, muy sola, empuja el balón acortando distancias. Faltando 5 minutos, sin comerlo ni beberlo, el equipo de la agrupación había encajado 2 goles más, siendo el resultado de 3-3.
Pero lo peor estaba por llegar: minuto 90, falta a la portera que el árbitro interpreta al revés, penalti y gol.
El Colmenar se echó arriba y tuvo 4 ocasiones para empatar, pero el larguero y la falta de acierto condenaron una vez más a este gran grupo a la derrota.
Estoy convencido de que todo el equipo habrá aprendido con este partido y, lo más importante, una de sus jugadoras (Irene), que tuvo un problema al finalizar el encuentro, está bien, menos mal.
