El primer equipo de la ADCV salió derrotado de su visita al Alcorcón B, en un partido en el que el dominio del filial alfarero fue la tónica pese al desgaste de los franjirrojos.
Si no me fallan las cuentas esta es la crónica número 128 desde que este que suscribe comenzó a publicar aventuras y desventuras en la web de esta nuestra agrupación.
Muchas palabras, muchas experiencias vividas, muchas alegrías, algunas decepciones, algunos momentos tristes, algunos momentos de euforia. Guiños, muchos guiños a los equipos de los que he tenido y tengo la suerte de ser "designado" cronista. Vaya por delante mi agradecimiento a todos esos jugadores que en su día fueron protagonistas de ellas, a los entrenadores que tuvieron esos futbolistas, tanto como a los que lo son hoy.
De esas 128 crónicas creo que está es la más complicada. Es muy complejo revisar mentalmente el partido frente al Alcorcón B y no salir damnificado. Les seré sincero. No me apetece describir lo que ocurrió sobre el césped de Santo Domingo. Pero lo haré. No hacerlo sería ser injusto y un ventajista. Injusto con un grupo de jugadores y técnicos que no dejan de dar la cara cuando vienen mal dadas. Y sería ser un ventajista renunciar y no escribir esta crónica por difícil que parezca. El club en el que no vivo pero si convivo me ha enseñado día tras día lo contrario. Un día se me ocurrió la frase "Aquí no ganamos siempre pero no nos rendimos nunca". No sé si la había leído en algún lado, pero se acoplaba como un guante a lo que se vive con nuestra franja en el pecho.
Y como está la cosa de ser sinceros, les digo que hace mucho no me decía a mí mismo esa frase, que no deja de tener un baño importante de humildad entre sus sílabas.
Todo el mundo disfruta en la victoria. Este cronista el primero. Es más fácil escribir y elogiar con el aroma de esta rodeándote. Y en el buen juego. Y en las buenas dinámicas. Esas dinámicas tapan los vicios que quedan al descubierto cuando la nave zozobra. Y todo el mundo zozobra en algún momento. Antes o después.
El domingo pasado zozobramos en el anexo de Santo Domingo. Y zozobramos todos, sin distinción. Podríamos aludir a un buen puñado de excusas, podríamos intentar parar la lluvia a gritos, si lloviera. Pero ya nos dijo Burt Bacharach que eso servía de poco. Rain drops keep fallin’ in my head.
A modo de resumen conciso, hay que reconocer que en ningún momento el primer equipo de la Agrupación se sintió cómodo en el anexo de Santo Domingo. Y que la insistencia y hambre de los jóvenes alfareros dejó patente desde el primer instante que el Colmenar iba a necesitar sudar tinta para un conjunto que saltó al verde deseando reivindicarse. Incluso ese sudar tinta no sería garantía de nada. El primer gol del conjunto amarillo llegó hacia el cuarto de hora del primer acto, cuando una falta lateral botada al segundo palo encontró el remate del delantero centro local dentro del área pequeña. El Colmenar quedó groggy, y tratando de recuperar la verticalidad metafórica, trató de ordenarse en torno al balón. Con el debutante Pablo bajo palos, el Colmenar trataba de hilvanar la franja roja desde este hasta Castro, único referente arriba pero topaba una y otra vez con el fenomenal trabajo defensivo de los alcorconeros. Tan solo algunas acciones aisladas con Víctor por el costado izquierdo asociándose a Jose Manuel y Vivi permitían al equipo visitante algún respiro ofensivo, sin llegar a inquietar realmente la portería local. El escaso bagaje atacante se redujo a un tiro entre los tres palos, mientras que los rivales olfateaban la sangre cada vez que disponían del cuero en su poder, pese al esfuerzo achicando aguas del Colmenar en su faceta defensiva.
La segunda mitad trajo consigo novedades en el conjunto serrano tanto en el plano táctico como en el de incorporaciones. Oh capitán mi capitán David Nevado sustituyó a Maillo y el Colmenar trató de adelantar líneas buscando el que hubiera sido el tanto del empate, y sin llegar a aproximarse a su mejor versión, una buena acción por el costado derecho y el buen hacer de Huertas permitieron que Jose Manuel dispusiera de la mejor opción colmenareña en el choque, pero el remate del punta colmenareño salió por encima de la meta alfarera. Apenas minutos después llegaría el segundo directo a la mandíbula colmenareña, cuando una pequeña confusión defensiva acabó suponiendo el disparo desde fuera del área que puso el 2-0 a favor de los locales. Ambos conjuntos trataron de reajustarse para la parte restante de un choque que no transmitía sensaciones de dominio alterno. Por parte colmenareña saltaron al césped Julián y Ceve sustituyendo a Castillo y Víctor, mientras que por parte del Alcorcón se incorporó el exfranjirrojo Christian, del que solo podemos tener buenas palabras. Buenas palabras también para los minutos de Julián sobre el césped de Santo Domingo, quien rápidamente trató de hacerse con el timón del equipo auxiliado por Jin y dejó un reguero de buenas sensaciones en sus intervenciones durante los minutos que dispuso desde su incorporación en una recta final que aún viviría un gol más, al volver a anotar los locales a falta de minutos para el descuento.
Y este es el final de esta crónica. Sin más. Les agradezco el haber llegado hasta aquí, aun no sabiendo si esta vez llega al cinco raspado. Lo que sí sé es algo que se me había olvidado: que aquí no ganamos siempre, pero no nos rendimos nunca.
Jugaron: Pablo, Huertas, Ivo, Maillo (Nevado), Edu, Víctor (Ceve), Castillo (Julián), Jose Manuel, Vivi y Castro.
