El Aficionado "B" abrió el tarro de las esencias en su visita al histórico Real Carabanchel, remontando el tanto inicial de los locales hasta firmar un 1-4 con goles de Hugo, Anto, Vivi y Adrián.
"Como ganar en Anfield". "Mejor sin mochila".. "Confianza Común". "Dieciseis valientes asaltan la mina". "No un domingo cualquiera". "La suerte se trabaja de lunes a viernes". "All in a la franja" "Beautiful day", "Intentar acertar, evitar fallar". "Representar la franja". "Vivir para contarlo". "Algo para recordar 2.0", "Yo, mi, me, con ellos" "
Si hay algo que a este cronista le cuesta horrores cada semana desde que ejerce de tal, si hay algo que podría representar su auténtico talón de aquiles como escritor (y eso siendo consciente de no ser escritor y de tener los dos talones de aquiles calcificados ) es el momento de ponerle el título a la crónica. Alguien me dijo una vez que lo suyo es ponerlo al final, pero semana a semana, mi cerebro se empeña en iniciar la crónica partiendo de ese titular como faro. Y aunque luego va cambiando (entre 10 y 20 veces al menos) ese es el peor momento.
Esta semana ocurrió lo contrario. Todo ese primer párrafo son titulares que se han ido al limbo ante el torrente de emociones y pensamientos generados en torno a lo vivido ayer por la mañana en el coqueto y precioso estadio de "La Mina". Habrá muchos estadios en este grupo 2 de Preferente posiblemente más modernos, o con mayor capacidad, pero en pocos se respira tanto fútbol como en el que nos ocupa. Igual que pasa con Anfield en la Premier League inglesa, habrá estadios como el Etihad o el Emirates más modernos, con más capacidad, mejores accesos. Pero Anfield tiene "eso", que transmite ese olor a fútbol hasta por televisión. Y ante semejante honor, el Colmenar había preparado la cita como debía, no cabía otra opción, y saltó al césped consciente de sus virtudes y dispuesto a acertar, mas que a evitar fallar. Gente sin complejos, que decía aquel slogan. Bendita juventud.
No iniciaremos la crónica del partido sin hacer mención al minuto de silencio guardado por todos los presentes en el estadio de La Mina en recuerdo de las víctimas de los terribles acontecimientos de Paris. Unos instantes en los que se aparcaron colores, filias y fobias para mostrar el respeto hacia los fallecidos y lanzar un grito de silencio contra la insensatez que es el odio.
Con el silbido inicial del colegiado llegaron los primeros compases de tanteo entre ambos equipos sirvieron para constatar dos realidades: la primera, que el Colmenar había saltado al césped mirando a los ojos de su rival. La segunda, que al Cara eso ni mucho menos le intimidaba, y si el Colmenar quería tener el balón le iba a tocar trabajar sin mirar el reloj ni el depósito de la gasolina. Con Pablo en la portería y una defensa formada por Víctor e Isma como laterales con Maillo y Angulo como centrales, el Colmenar comenzó a asentarse paulatínamente sobre el terreno de juego. Pese al alto voltaje que denotaba cada acción del equipo local, el primer uy llegó en su portería, con una apertura a banda en la que Anto trató de temporizar esperando la llegada de mas rematadores. Y pese a ello, el primero que golpeó fue el Carabanchel, Josué robó un balón en la zona de creación colmenareña cuando este iniciaba su ataque y superó la estirada de Pablo en el mano a mano, alojando el balón en las mallas cómodamente.
Y quizá en ese punto, curiosamente, fue donde el Colmenar comenzó a cimentar su victoria. Porque en lugar de caer en el reproche fácil, en la "excusa de turno", en autocompadecerse, lo que hizo fue tirar de fútbol. De su modelo de juego, que no es ni mejor ni peor que otros, pero que es el suyo. El nuestro. Y el balón comenzó a rodar. Castillo, Nevado y Jorge más las apariciones de Vivi comenzaron a dar mayor fluidez al juego de los hermanos de franja (aunque esta vez vistieran de rojo pasión), y cada vez en zonas de mayor peligro. Lo siguiente serían un aviso tras un pase de Isma a Hugo que acabó en fuera de juego y un disparo lejano de Jorge. El Carabanchel dispuso del 2-0 tras un fenomenal córner rematado alto en el segundo palo. Y el Colmenar no dio más avisos. En una jugada digna de youtubazo, Nevado divisó a Hugo, y tras ganar la posición a su par, donde se esperaba el estallido de la pólvora de su zurda, se oyó el suave "tap" de la vaselina, besando el balón la red de manera casi sensual, rozando la obscenidad.
Pocos minutos después llegaría el descanso, con los dos técnicos, Miguel Angel Serrano Niño y Pedro Pablo Díaz dándole vueltas a cómo sería este segundo envite, en el que parecía claro que ningún conjunto se iba a dar por satisfecho con un empate. Sin cambios en el descanso, se reanudó el encuentro con la misma lucha por el dominio del balón, y tras un par de amagos de ambos conjuntos, el Colmenar lanzó su segundo jab del encuentro. De nuevo tras una buena jugada coral el balón llegó a Jorge en esa zona en la que se cocinan los goles, y este habilitó a Anto, quien aceleró el Subaru (!) antes de cruzar su remate antes de la salida del meta local, culminando la remontada al gol inicial a la par que generando una catarsis de alegría entre la parroquia franjirroja desplazada a Carabanchel. Tan solo diez minutos después, Vivi marcaba el 1-3 y de paso confirmaba su alternativa en la categoría Preferente con otro golazo de bandera. Tras una falta en la frontal del área, Jorge sacó rápido haciendo llegar el esférico a su compañero, quien no se lo pensó dos veces y armó tan rápido como espectacular un disparo que suponía la aparente sentencia. Pero eso hubiera ocurrido en otros campos, y ante otros rivales.
El Real Carabanchel no solo tiró de escudo y de casta sino de calidad para tratar de reducir distancias en el electrónico y al Colmenar le correspondía tirar de oficio para agazaparse seguro atrás sin perder de vista la meta rival en el horizonte. Además, el Colmenar empezó a mover el banquillo con la incorporación de Eric y Adri buscando combinar velocidad, control y sacrificio. Y aunque esté feo decirlo, lográndolo. Eric hacía de la necesidad virtud y se multiplicaba apareciendo por cuanta zona del verde era requerido tanto en misiones ofensivas como defensivas, mientras que Adri se mostró como una amenaza constante desde que se puso las espinilleras para saltar al verde, y acabaría poniendo la rúbrica a la victoria, por él y por todos sus compañeros. Angulo robó un balón y salió al galope al contraataque al ritmo de la trompeta del séptimo de caballería, interpretado por Jorge, Adri y Vivi en clave de jazz (magnetism) , alternando síncopas, corcheas, aperturas y pases. Vivi acabaría habilitando a Adri de nuevo a su izquierda, y este de un plumazo finalizaba la contra y el encuentro, decretando oficialmente instaurado el estado de optimismo. De cara a los últimos detalles por perfilar y para reducir al mínimo los posibles sustos, saltaron además al césped Ceve y Dani, y como dice el refrán que el que guarda, halla, así lo hicieron cuando el Colmenar quedó en inferioridad en la recta final del encuentro, que finalmente no experimentaría ninguna variación más en el marcador.
Finalmente ya ven que titular fue el elegido. El primer gran recuerdo que se regaló este equipo esta temporada.
Solo el primero.
Jugaron y de qué manera: Pablo, Isma, Víctor, Angulo (Dani), Maillo, Castillo, Nevado, Jorge, Vivi (Eric), Hugo (Adri), y Anto (Ceve). Y Jose Angel.
