Lo Controlable Y Lo Incontrolable

1er Equipo


21/11/2016
Lo controlable y lo incontrolable

Las Rozas C.F. A - 1ER EQUIPO


Resultado: 0 - 2

Fecha: 20/11/2016

Hora: 10:15

Estadio: Las Rozas - Pvo. Dehesa De Navalcarbon 1 (Ha)

En el duelo más madrugador de la jornada en la Preferente Madrileña, el Colmenar sacó tres puntos importantísimos de su visita a Navalcarbón, con un partido en el que la efectividad y el saber sufrir fueron los mejores argumentos franjirrojos.

De manera parecida a lo que explica esta semana el genial cronista del Alevín A de nuestro club (cita obligada cada lunes tras la competición, créanme) prácticamente no había amanecido sobre nuestra localidad cuando la expedición del primer equipo de la Agrupación ponía rumbo a Las Rozas, en una mañana que prometía más placer a quienes se resguardaran al calor de las sabanas de su cama. Ni les cuento a los que lo hicieran en buena compañía. Sucede que el fútbol también seduce lo suyo. Algún día les hablare de las diferencias entre motivación básica y cotidiana, pero eso no es lo que nos trae hoy hasta aquí.

Lo que nos trae es un partido de fútbol que empezó con un susto para el Colmenar. Y con una especie de aviso a navegantes, revisando el partido a posteriori. Un robo de balón en zona peligrosa acabó convertido en una veloz transición del equipo azul, y esta en un poderoso remate en el travesaño ante el que el Colmenar no terminó de darse por aludido, como aquel que parte la mina de un lápiz mientras le saca punta. Gajes del oficio. Quizá esa fuera la actitud óptima para ese momento, pues el equipo visitante pronto comenzó a circular el esférico con velocidad, verticalidad y presteza. El primer aviso visitante llegó tras recibir Diego una peligrosa falta en la frontal del área de Las Rozas, Vivi optó por la vía de la potencia, obteniendo la respuesta del guardameta local, quien desvió como pudo a un córner que no tuvo mayores consecuencias. Pero apenas minutos después, y de nuevo tras un vertiginoso ataque franjirrojo, Anto era derribado de manera ostensible en la misma zona. Y en esta ocasión el siete colmenareño optó por la colocación. En concreto por la colocación del balón en la escuadra, logrando el primer gol del encuentro y la alegría en la expedición visitante, a la que ya se le había olvidado por completo el calor de las sabanas.

El espectacular tanto fue sucedido por un suceso negativo y por otro positivo. En lo negativo, Anto tuvo que abandonar el partido con problemas físicos a consecuencia del golpe recibido en la falta del gol, incorporándose Guillaume al partido con la decisión con la que un surfista encara las olas, convencido de poder dominar la situación sobre la marcha. Y ahí llegamos a la parte positiva de lo acaecido tras el gol. El Colmenar comenzó a bailar bajo la lluvia, y comenzaban a brotar las conexiones entre líneas tanto de dentro hacia fuera, coronándolas las incorporaciones de Ceve y un inconmensurable Isma, como de fuera hacia dentro, moviéndose el equipo como un acordeón buscando la potencia de Hugo para percutir por el centro. Pero el dominio no se tradujo en el segundo gol, y Las Rozas, comenzó a sacar su potencial con discreción. Y cuando los visitantes se dieron cuenta, tenían al rival en casa con los pies sobre la mesa. Primero tras un córner, el balón quedo suelto a escasos centímetros de la línea de gol, pero el remate de los rozeños volvía a estrellarse en la madera. Minutos antes del descanso, un error de nuevo en la zona de creación se tradujo en un mano a mano, en el que el Colmenar vio cómo su guardameta Pablo comenzaba su concurso oposición a héroe del día, salvando con el cuerpo el remate del delantero rival. Llegado el descanso, ambos equipos se retiraron a vestuarios, con el Colmenar dubitativo y un Las Rozas que cotizaba al alza, y sin un marcador que garantizara nada para ninguno de los contendientes salvo la posibilidad de sobresaltos.

Si Woody Allen (más bien el personaje de Alvy Singer) en la maravillosa "Annie Hall" definía la vida como aquello que se divide entre  "lo horrible y lo miserable", esta segunda parte vino a corroborar el mensaje que nos había dejado entre líneas el primer acto. Quizá el fútbol, acaso el deporte, más allá del plano físico, técnico, táctico y psicológico, se divide simplemente entre lo controlable y lo incontrolable. Porque el guion fue muy similar en ambos actos, salvando el mayor protagonismo ofensivo del conjunto anfitrión de Navalcarbón, quienes previsiblemente saldrían del vestuario dispuestos a poner toda la carne en el asador en busca de la remontada. El Colmenar trato de centrarse en esa parte de "lo controlable" y de entrada realizó su segundo cambio de la mañana, reapareciendo Jorge (en sustitución de Diego) tras varias semanas ausente por lesión

Las Rozas, efectivamente, salió muy convencido de sus opciones, pero de nuevo el Colmenar volvía a golpear primero, y de nuevo con la figura de Vivi en el balcón del área posando el balón frente a una barrera. Esta vez optó por la potencia, y entre la fuerza del obús, la trayectoria, su velocidad y las gotas de lluvia como aderezo, el balón acabó en las mallas, poniendo el 0-2 sobre el electrónico del estadio y ampliando la sonrisa de los Colmenareños. Con nada que perder, el equipo local comenzó a bombardear los dominios de Pablo por tierra mar y aire, pero el esfuerzo solidario en defensa de todos los componentes del equipo visitante acababan por limitar esas opciones del equipo azulón. Y cuando aquello no era suficiente, aparecía un Pablo más gigantesco que nunca para mantener el cero en el casillero que mantenía su candidatura a "emvipí" del choque con una exhibición de reflejos, brillando especialmente en un remate a la base del poste que sacó de manera espectacular, digna de los mejores vines que se ven por esos mundos de las redes sociales. Y cuando hasta Pablo fue superado, apareció de nuevo la madera.

Volviendo a lo controlable, Adri sustituyó a un esforzado Hugo que se había batido en duelo con cuantos rivales se había cruzado durante su participación a lo largo y ancho de toda la parcela ofensiva. El ya mencionado Adri servía de referencia a Guillaume, Jose Manuel y Jorge, mostrándose especialmente brillante  el segundo en las transiciones durante este segundo acto. Además, de cara a la recta final del choque, Dani de las Heras entraba al campo para dar aún más empaque y solidez a la muralla defensiva formada por Angulo y Maillo en la parcela central, quienes además contaban con, casi nada al aparato, Castillo para achicar aguas.

Al final, el ejercicio de solidaridad defensiva llegó a buen puerto y se tradujo en una importante victoria para los intereses serranos, quienes conscientes de la dificultad de cada resultado, paladearon el triunfo al calor del vestuario, pudiendo ver como se desarrollaba una jornada tan importante en el resto de campos con los deberes hechos en cuanto al resultado.

Cosas de centrarse en lo controlable...no menos de cuatro veces a la semana.

Jugaron: Pablo, Isma, Ceve, Maillo, Angulo, Castillo, Jose Manuel, Diego (Jorge), Vivi (Dani), Anto (Guillaume) y Hugo (Adri).  

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