En la antigua Roma cuando el Emperador entraba victorioso en la ciudad, un esclavo le acompañaba sosteniendo la corona de laurel y cada cierto tiempo le recitaba al oído la frase “Oh César, recuerda que eres mortal”. Era la manera de recordarles que sus éxitos no debían inducirles a creerse dioses. Hoy el Electrocor se ha encargado de recordarnos que el fútbol es un deporte, en el que no siempre se gana e incluso a veces se pierde.
Se preveía un partido complicado, en la grada había preocupación. La progresión de los roceños, que llevaban si perder desde la tercera jornada, nos hacía precavidos.
Los primeros minutos fueron de tanteo, nos medimos. Cada equipo trataba de hacer su juego. Nosotros tratando de salir con el balón en los pies, ellos por vías más rápidas. En el minuto ocho, el número veintitrés roba el balón en la mitad de nuestro campo, avanza sin demasiada dificultad y suelta un derechazo que, ayudado por el fuerte viento, entra por alto sin que la estirada de Damián pudiera impedirlo.
Últimamente parece que los contrarios encuentran la forma de desbaratar nuestros planes demasiado pronto. No obstante, y fieles a su espíritu ganador, los colmenareños no se arredraron. Siguieron practicando su juego de toque. Así, llegó la primera oportunidad en el minuto once, en el Hugo avanza hasta el campo contrario y se la pasa a Mario, que remata.
Parecía que nos íbamos reponiendo, cuando de nuevo un tiro lejano y con viento a favor sale por encima del larguero, ante el susto de la parroquia local. Esta mañana Eolo decidió intervenir, pero casi nunca a nuestro favor.
Inasequibles al desaliento, seguimos trabajando. Minuto trece, Pablo especialista en ver los huecos que nadie más apreciaba, metió un balón a Guzmán que no llegó a culminar. Pocos minutos después es Arcadio el que prueba suerte, con idéntico resultado adverso.
Y así, fueron transcurriendo los minutos. En el diecinueve, Hugo y Arcadio protagonizan otra ocasión que se fue al limbo. Dani, en su debut tras varios meses de baja, brilló a gran altura haciéndose dueño, cual funambulista, de la línea de cal.
La medular sufría por sobrepoblación. Cada metro se perdía y se ganaba con sudor y casi sangre. Octavio y Mario bregaban a cara de perro para no dejarse ocupar. En la punta Díaz y Guzmán esperaban que la pelota cayera de nuestro lado y llegara hasta sus dominios, lo cual fue harto complicado.
En el centro de la defensa, Óscar y Ulises mantenían la calma. Probablemente los únicos en varios metros a la redonda. Se afanaban en hacer jugar al equipo. Interpretaban al dedillo las lecciones del míster. Balón a Hugo o Dani que eran los primeros en toparse con los parapetos enemigos. Las más de las veces conseguían superarlos y combinar con los medios o recorrer la banda incorporándose al ataque tras sortear a los contrarios
El Electrocor no nos dejó hacer nuestro juego. El mismo “Flaco” Menotti no lo habría planteado mejor. Achique de espacios, con la defensa casi en la línea de medio campo y presión sobre la salida del balón. Llegamos al descanso y en las gradas, incluso los más optimistas, no lo veían muy claro.
En la segunda mitad, la situación no cambió mucho. Carlos junto a Marcos ahora eran los encargados de ayudar a la línea de medios a reconquistar césped e Iván le daba una versión más ofensiva a la defensa.
En el primer minuto gran combinación de Mario y Marcos que busca el espacio para que Guzmán enseñe las ganas por llevarnos los tres puntos. Minuto dos, córner que bota él mismo y que no encuentra rematador franco.
El equipo contrario ya había renunciado al ataque, su estrategia se había vuelto más plana, todos a defender y balones arriba que recuperábamos para volver a empezar. En las contadas ocasiones que lograron llegar a los dominios de Jorge, más por errores nuestros que por aciertos suyos, éste bloqueó la retaguardia con acierto.
Iván se implicó, como suele, con el ataque. Su velocidad de desborde sirvió para que el minuto quince pusiera un balón en el área, que Longa en acrobática postura no acertó en mandar al fondo de la portería.
Marcos e Iván por un flanco y Carlos y Hugo por el otro, iban desgastando la línea Maginot que dispuso el Electrocor en la segunda parte.
En este acoso constante, algunos salieron más magullados que otros y el colegiado tuvo que sacar alguna tarjeta. La falta de argumentos futbolísticos la trataron de suplir con entradas más allá de lo aceptable. Esto nos generó alguna oportunidad con faltas directas que o bien el buen portero rival o la escasa puntería, no llegaron a madurar en el ansiado fruto del gol.
Ya en el tiempo de descuento una última oportunidad, que se marró a la salida de una nueva falta, nos dejó a todos un sabor agridulce. Habíamos hecho méritos suficientes para ganar, pero la suerte nos fue esquiva.
La primera vuelta que acabó hoy ha sido brillante. Trece partidos ganados de quince, cuarenta y siete goles a favor y sólo siete en contra. El comienzo de año nos ha demostrado que son “mortales”, que el fútbol es un juego y que hay que luchar y trabajar para conseguir los objetivos. Y los nuestros deben ser aprender y sobre todo pasarlo bien, practicando el deporte que nos apasiona.
¡AÚPA AGRUACIÓN!
Jugaron: Damián (Jorge 30), Óscar, Ulises, Daniel (Iván 30), Hugo, Pablo, Octavio (Carlos 30), Arcadio (Marcos 30), Mario, Guzmán, Díaz (Longa 38)
