Partido Perdido Respeto Ganado

Juvenil A


01/12/2013
Partido perdido, respeto ganado

JUVENIL A - Real Madrid C


Resultado: 0 - 2

Fecha: 30/11/2013

Hora: 17:00

Estadio: Colmenar Viejo - Alberto Ruiz (Ha)

El Juvenil A le plantó cara al Real Madrid, pero la mayor efectividad de este cara a puerta acabó imponiéndose en el marcador más que sobre el césped.

Hay quien piensa que escribir crónicas es difícil. Les juro que no. A lo largo de los últimos años, este que les escribe ha podido elaborar un buen puñado de ellas y al final uno acaba encontrando su propia fórmula. Buscas un punto de partida, recuerdas o revisas en tus anotaciones los momentos clave del acontecimiento en cuestión y buscas un punto final, hay quien prefiere una moraleja o quien prefiere simplemente dejar unos puntos suspensivos. En definitiva, antes de escribir te creas las condiciones idóneas para poder hacerlo bien. Evidentemente la práctica te da la soltura, si la leyenda dice que John Lennon le insistía al resto de los Beatles que hasta que no llevaran 10.000 horas tocando en directo no podrían considerarse músicos expertos (por lo que debían tocar su música en cualquier sitio que les ofrecieran) es posible que a este cronista le falten unas 9800 horas escribiendo, por lo que no puede permitirse el lujo de ponerse estupendo ni de dar por buena y extrapolable su experiencia.

Con el partido de este pasado sábado en el Alberto Ruiz podría decirse algo parecido a la idea expuesta en el párrafo anterior. Nos explicaremos.

El Juvenil A recibía al Real Madrid, uno de los gallos de la categoría. No solo por el nombre de la institución, sino por el buen rendimiento que están consiguiendo en la temporada jornada a jornada, así como por los componentes de su plantilla, incluidos varios que ya han sido convocados por las categorías inferiores de la Selección Española. Viniendo de una derrota como la sufrida la semana pasada en Moratalaz, los colmenareños debían tratar de volver a sumar, hubiese quien hubiese delante. Y perdónenme si vuelvo a saltarme los cánones, que aquí somos más de adaptarnos a las circunstancias que de seguir un librillo, pero el equipo franjirrojo logró algo más difícil que tres puntos. No pretendemos ser unos (ni ir de) románticos del fútbol, pero no parece exagerado decir que el Juvenil A de la AD Colmenar supo manejar cuantas variables se daban en el césped durante al menos sesenta minutos de los noventa que duró la contienda. Y ahí enganchamos con la introducción. Frente a un tremendo rival como el que nos visitaba este sábado, el Juvenil A supo crear todas las condiciones necesarias para poder llevarse el partido, aunque finalmente no fuera así.

Durante los primeros cuarenta y cinco minutos, el partido se jugó mayoritariamente cómo y donde quiso el equipo local. El Madrid llegaba ocasionalmente, pero el Colmenar tenía muchísimo más empaque como equipo. Ya a los pocos minutos una jugada ensayada estuvo a punto de acabar en gol, varios córners llevaban el Uy a la grada y en la más clara de todas,  con la primera mitad a punto de finalizar, un robo de Julián le permitió plantarse solo frente al meta madridista, quien achicó espacios maravillosamente desbaratando la opción del 1-0 a favor de los locales. Tras el descanso, no nos andaremos con eufemismos, el Madrid asumió el control del balón y comenzó a poner peligro sobre la meta colmenareña, quienes iban capeando el temporal y el viento que hacía, que comenzó a soplar a favor del filial merengue, por si le faltaba épica al asalto. Tras un par de avisos, en el minuto 60 finalmente llegaría el gol visitante, a la salida de un córner, y pocos minutos después, conseguirían el 0-2 en una jugada con polémica. Diremos, sin pretender enjuiciar a nada ni nadie, que tanto la grada como el banquillo local apreciaron fuera de juego del delantero autor del gol. Pero como la realidad es lo que sube al marcador, más allá de apreciaciones subjetivas, aquel parecía el gol de la sentencia.

Parecía. Si la realidad es tozuda, este Juvenil A lo es más. Volvió a sacar la casta, el coraje, el pundonor. Llámenlo X. Con todas y cada una de las circunstancias influyentes en el resultado que parecían en su contra, los chavales con traje blanco cruzado por una raya roja decidieron honrar la historia de ese escudo que llevan en el pecho, decidieron que todos y cada uno de los presentes en el Alberto Ruiz se dieran cuenta de que aquel marcador, más allá de justicias, no reflejaba la realidad futbolística de la tarde del 30 de noviembre de 2013. Uno tiene suficiente edad para haber visto a grandes equipos profesionales bajar los brazos en circunstancias similares, pero exhibiciones de carácter y energía tan explosivas con un 0-2 en contra, frente a un rival como todo un Real Madrid, perdonen pero son más que dignas de remarcar. Son lo que le da significado al fútbol, y al deporte en si. La grada jaleaba cada acometida del equipo local, y pese a que los goles no llegaron, aquello volvió a darle el significado real a tanto trabajo por encima de resultados, volvió a recordar que cada raspón, cada gemelo subido, cada herida abierta, cada golpe recibido había merecido la pena notando el respeto de tan magno rival. Volvió a recordar que el Juvenil A no ganará siempre, pero no se rinde nunca.

No se cuantas horas de entrenamiento y partidos restarán a cada uno de estos jugadores para alcanzar esas diez mil que decían que proclamaba John Lennon. Se que se llaman Alejandro, Eugenio, Marlon, Roberto, Eduardo, Alvaro, Adrien, Asier, Alejandro, Julian, Carlos Francisco, Julio Eugenio, Diego, Alejandro, Víctor, Juan Manuel, Alexander, Carlos y Johan. Y que cada día dan un paso más a nivel individual y grupal. Y que regalaron una sonrisa de orgullo a los que tienen algo que ver con ellos, y se ganaron un gesto de respeto del resto de los presentes.

Hay quien dice que escribir crónicas es difícil. Les juro que estas, no.

CARGANDO... POR FAVOR ESPERE