Como si del señor Thomas A. Anderson se tratara, el cadete A se enfrentaba en la tarde del sábado a elegir entre la realidad o la ficción, entre la pastilla azul o la pastilla roja, el fútbol de querer o el de no querer. Bueno…lo mismo me he puesto demasiado catastrofista, épico o llámese como sea, lo reconozco, pero el subidón de adrenalina aun me dura. Sigo.
Y es que el cadete A desde el comienzo de la pretemporada se ha debatido entre el querer o el no querer. El creer y no creer. Los comienzos son difíciles, como en todo, no somos especiales en eso. Compañeros nuevos, entrenadores con sus métodos o manías nuevas…eso lleva un rato ajustarlo…un rato que a lo mejor no acaba nunca. Es más, creo que no acaba nunca y si acaba malo. Resumiendo que me voy del tema:
Una pretemporada como casi cualquier otra pero con sus peculiaridades, también como en cualquier otro equipo, pero que ha resultado complicada para todos. Hasta ayer, días buenos y no tan buenos, partidos que si pero no… pero en el fondo de todo esto, algo nos hacía pensar que algo más allá había. Creíamos en algo pero necesitábamos verlo. Y llegó el día que el señor Anderson conoció a Morfeo. Y Anderson se convirtió en Neo.
Ese día el agente Smith venía disfrazado de C.D. Tres cantos. Rival siempre duro y que golpeó primero con un mano a mano que Marcos supo desviar. Pero hasta ahí. Poco después el Cadete A comenzaba a trenzar jugadas y a contragolpear con eficacia hasta que llegó el primero de esta manera. Yohan roba un balón en el círculo central, Iván llega al apoyo para descargar por banda y buscar área, David como un puñal recoge el pase y pone el balón raso a la espalda de la defensa para que Ayoub marque el primero de la tarde.
Neo empezaba a mosquearse. Aquí pasa algo...y mola. Entonces al descanso fueron a ver al oráculo. (Lo que nos dijo se queda para nosotros)
Tras la reanudación y cuando todavía algún rezagado tomaba asiento, alguien miró al marcador y vio el minuto 43 con el 3-0 ( Ayoub los 2 ) preguntó:
-¿Qué ha pasado?
-Están empezando a creer
El cadete A empezó a dejar de jugar en matrix y comenzó a hacerlo en el fútbol real, en el fútbol del esfuerzo y el trabajo, en el fútbol del compañerismo donde ganamos y perdemos todos, en el fútbol que durante los últimos meses creían pero necesitaban ver. Pues lo hemos visto. Vendría otro gol nuevamente de Ayoub y el 4-0 final es lo de menos. Neo está creyendo. El cadete A está creyendo. Está empezando a ver los resultados, tanto a nivel individual como colectivo, del trabajo.
Veremos si el oráculo trajo buenas noticias…pinta que sí.
